martes, 24 de septiembre de 2013

ENTENDIENDO LA POLÍTICA

ENTENDIENDO LA POLÍTICA

El móvil de este escrito se despierta en mí luego de sostener una conversación o, si se quiere, un debate informal, con dos personas que, es justo decirlo, aprecio mucho; pero el mencionado aprecio no puede traducirse en aceptación de sus posiciones políticas; por el contrario, la forma en que ellos entienden la política es completamente divergente a la forma en que ésta debe entenderse para no caer en el concepto de politiquería. Y claro, es la forma en que yo la entiendo.

Erróneamente se ha tendido a creer que el concepto de lo político tiene, per se, que ser visto como el concepto mismo de la estancia en cargos públicos. Tomando como punto de partida la Constitución de 1991, muchas relaciones de la vida cotidiana viran constantemente entre lo “político”, lo “público”, lo “social”, y desde ahí empiezan los problemas conceptuales. Esta imprecisión conceptual se ve reflejada en la forma en que los nuevos –y viejos, también- movimientos políticos muestran sus propuestas al público, al target. En la mayoría de ocasiones se busca crear una cultura “política” a  través del reconocimiento de que siguiendo tal o cual doctrina se podría reconfigurar el modelo de lo público, es decir, se maneja a una relación de lógica silogística donde P (política) entonces Q (mejor opción) y Q entonces R (reconfiguración de lo público): esto arroja como resultado que la política sea la forma en que se puede cambiar –o lograr mantener- el sistema público.

Ahora bien, ¿es posible limitar el concepto de política al del espacio público? O aún más, ¿es posible limitar el concepto de política a la participación en unas elecciones a cargos públicos? No. No y mil veces no. Este pensamiento –egoísta, por cierto- refleja el pobre nivel argumentativo que poseen algunos personajes que hacen parte del contexto político de nuestro pueblo. Muchos se preguntarán el porqué de mi respuesta, pues la razón es simple: las críticas hacia Renovación Democrática han venido indiscrimidamente por una supuesta utilización de estrategias que buscan distorsionar los fines del movimiento; lo siento, están errados.

De algunos he escuchado que recoger mercados de comida para contribuir a saciar una necesidad básica insatisfecha –aunque sea por sólo un momento- es una jugada politiquera que convierte a Renovación Democrática en eso que tanto criticamos. A esos críticos les respondo: ¿es acaso reprochable que una persona que no tiene qué comer reciba comida? ¿es una jugada politiquera donar sanitarios para que las personas de una invasión puedan realizar sus necesidades fisiológicas? ¿ser politiquero es contribuir al mejoramiento de un escenario deportivo donando arcos, como se hizo recientemente? Amigos detractores, si eso es ser politiquero, ¡yo quiero ser politiquero!

Es innegable que la política está inescindiblemente ligada a la administración pública, y negarlo sería imposible y, por demás, descarado; pero equiparar los conceptos constituye un yerro igual de enorme que separarlos por completo. Mi invitación es a contribuir al debate sin descalificaciones grotescas, sin malinterpretaciones de las intenciones; nuestro municipio merece un debate con altura.

Por tal razón, repito el post data de la primera entrada que hice para este blog: “EL VOTO ES SÓLO UNA DE LAS FORMAS DE MANIFESTARSE POLÍTICAMENTE, POR LO QUE TRABAJO SOCIAL, LA VEEDURÍA, EL ACOMPAÑAMIENTO A LAS INSTITUCIONES PÚBLICAS, ETC. HACEN PARTE DE NUESTRO PLAN DE ACCIÓN”. Espero así haber zanjado dudas al respecto. No en vano la Real Academia Española de la Lengua establece, en la novena acepción de la definición de la palabra “política”, que es la “9. f. Actividad del ciudadano cuando interviene en los asuntos públicos con su opinión, con su voto, o de cualquier otro modo” (subrayado fuera del texto).

Finalmente, destaco una cita de Theodor Adorno, la cual, en su tenor literal, reza así: “"la sociedad es contradictoria y, sin embargo, determinable; racional e irracional a un tiempo, es sistema y es ruptura, naturaleza ciega y mediación por la conciencia". A partir de esto se puede observar cómo resulta complicado el estudio de estos temas, ya que el macromundo (la sociedad) en sí misma un entramado de contradicciones que rompen, muchas veces, las leyes de la lógica común.

Con afecto,

Andrés Felipe Caballero Sierra

¡Vincúlate!

PD: Renovación Democrática está sintiendo el apoyo del pueblo; día a día va creciendo esta familia donde el único objetivo es el mejoramiento de la calidad de vida de los copeyanos. El Copey merece un debate político renovado que se compadezca con las tendencias que traen consigo los cambios sociales. Hoy presentamos a Assad Raish Gámez como precandidato a la Alcaldía 2015: un joven con nuevas ideas, ideas de cambio; un joven que interpreta muy bien la realidad a la que a diario se enfrenta el municipio y que desea, con su conocimiento y experiencia profesional, dar un golpe de opinión en las próximas elecciones.


PD 2: Claro está que sí es posible utilizar estrategias como la donación de comida para conseguir fines politiqueros; he aquí donde la comunidad debe estar atenta para identificar a los artífices de estas estratagemas.

sábado, 3 de agosto de 2013

ES EL MOMENTO


ES EL MOMENTO

Cuando a diario nos actualizamos por cualquier medio de la situación política, social o económica que vive el país, no resulta complicado determinar que Colombia sigue sumida en una crisis que parece interminable, que muta para hacerse sentir una vez más aun cuando uno que otro problema se haya solucionado. Así las cosas, cuestiones como la corrupción, lejos de erradicarse por completo, son controladas de forma parcial dando luces de tranquilidad que no demoran en apagarse. Rápidamente podría decirse que se están atacando las consecuencias de los problemas, dejando que las causas sigan generándolos.

Pues bien, nuestro pueblo –El Copey- no es ajeno a la crisis; muy por el contrario, parece ser una Colombia a pequeña escala, donde la administración pública no es más que una simple vía por la cual algunos inescrupulosos paisanos –lo que resulta más doloroso- consiguen hacer de las arcas públicas, dineros de su bolsillo.

Es evidente que tenemos un atraso en cuanto acceso a la salud, por sólo anotar un ejemplo. Nuestro hospital sufre un abandono tremendo, y, al parecer, su salvación no corre por cuenta de la constatación de la cruel realidad sino por intereses políticos que deben ponerse a punto.

Por esto, y por mucho más, es necesario plantar cara a las causas de esos problemas. La solución difícilmente puede darse partiendo de algo que no sea político. Y es que haciendo política de verdad nos aseguramos que el pueblo copeyano deje de tener mandatarios para tener REPRESENTANTES. Es decir, que sólo se dé una delegación, que no se usurpe la voluntad popular a través de fraudes electorales.

Desde Renovación Democrática queremos cambiar la forma tradicional de hacer política, no hacer oposición a una figura personal. Por esto, nuestra virtud está en que el grupo se conforme de una pluralidad de visiones políticas que confluyen en un mismo objetivo: el mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes de El Copey.

¡Vincúlate!

Afectuosamente,

Andrés Felipe Caballero.



PD: el voto es sólo una de las formas de manifestarse políticamente, por lo que trabajo social, la veeduría, el acompañamiento a las instituciones públicas, etc. hacen parte de nuestro plan de acción.   

Twitter: @R_Democratica / Facebook: Renovación Democrática (El Copey, Cesar)