ENTENDIENDO LA POLÍTICA
El móvil de este escrito se despierta en mí luego de
sostener una conversación o, si se quiere,
un debate informal, con dos personas que, es justo decirlo, aprecio mucho; pero
el mencionado aprecio no puede traducirse en aceptación de sus posiciones
políticas; por el contrario, la forma en que ellos entienden la política es
completamente divergente a la forma en que ésta debe entenderse para no caer en
el concepto de politiquería. Y claro, es la forma en que yo la entiendo.
Erróneamente se ha tendido a creer que el concepto de lo
político tiene, per se, que ser visto
como el concepto mismo de la estancia en cargos públicos. Tomando como punto de
partida la Constitución de 1991, muchas relaciones de la vida cotidiana viran
constantemente entre lo “político”, lo “público”, lo “social”, y desde ahí
empiezan los problemas conceptuales. Esta imprecisión conceptual se ve reflejada en la forma en
que los nuevos –y viejos, también- movimientos políticos muestran sus
propuestas al público, al target. En
la mayoría de ocasiones se busca crear una cultura “política” a través del reconocimiento de que siguiendo
tal o cual doctrina se podría reconfigurar el modelo de lo público, es decir,
se maneja a una relación de lógica silogística donde P (política) entonces Q
(mejor opción) y Q entonces R (reconfiguración de lo público): esto arroja como
resultado que la política sea la forma en que se puede cambiar –o lograr
mantener- el sistema público.
Ahora bien, ¿es posible limitar el concepto de política al
del espacio público? O aún más, ¿es posible limitar el concepto de política a
la participación en unas elecciones a cargos públicos? No. No y mil veces no.
Este pensamiento –egoísta, por cierto- refleja el pobre nivel argumentativo que
poseen algunos personajes que hacen parte del contexto político de nuestro
pueblo. Muchos se preguntarán el porqué de mi respuesta, pues la razón es
simple: las críticas hacia Renovación Democrática han venido indiscrimidamente
por una supuesta utilización de estrategias que buscan distorsionar los fines
del movimiento; lo siento, están errados.
De algunos he escuchado que recoger mercados de comida para
contribuir a saciar una necesidad básica insatisfecha –aunque sea por sólo un
momento- es una jugada politiquera que convierte a Renovación Democrática en
eso que tanto criticamos. A esos críticos les respondo: ¿es acaso reprochable
que una persona que no tiene qué comer reciba comida? ¿es una jugada
politiquera donar sanitarios para que las personas de una invasión puedan realizar sus necesidades fisiológicas? ¿ser
politiquero es contribuir al mejoramiento de un escenario deportivo donando
arcos, como se hizo recientemente? Amigos detractores, si eso es ser
politiquero, ¡yo quiero ser politiquero!
Es innegable que la política está inescindiblemente ligada a
la administración pública, y negarlo sería imposible y, por demás, descarado;
pero equiparar los conceptos constituye un yerro igual de enorme que separarlos por completo.
Mi invitación es a contribuir al debate sin descalificaciones grotescas, sin malinterpretaciones
de las intenciones; nuestro municipio merece un debate con altura.
Por tal razón, repito el post
data de la primera entrada que hice para este blog: “EL VOTO ES SÓLO UNA DE LAS FORMAS DE MANIFESTARSE POLÍTICAMENTE, POR
LO QUE TRABAJO SOCIAL, LA VEEDURÍA, EL ACOMPAÑAMIENTO A LAS INSTITUCIONES
PÚBLICAS, ETC. HACEN PARTE DE NUESTRO PLAN DE ACCIÓN”. Espero así haber
zanjado dudas al respecto. No en vano la Real Academia Española de la Lengua
establece, en la novena acepción de la definición de la palabra “política”, que
es la “9. f. Actividad del ciudadano cuando interviene en los asuntos
públicos con su opinión, con su voto, o de cualquier otro modo” (subrayado
fuera del texto).
Finalmente, destaco una cita de Theodor Adorno, la cual, en
su tenor literal, reza así: “"la sociedad es contradictoria y, sin
embargo, determinable; racional e irracional a un tiempo, es sistema y es
ruptura, naturaleza ciega y mediación por la conciencia". A partir de esto
se puede observar cómo resulta complicado el estudio de estos temas, ya que el
macromundo (la sociedad) en sí misma un entramado de contradicciones que
rompen, muchas veces, las leyes de la lógica común.
Con afecto,
Andrés Felipe Caballero Sierra
¡Vincúlate!
PD: Renovación
Democrática está sintiendo el apoyo del pueblo; día a día va creciendo esta
familia donde el único objetivo es el mejoramiento de la calidad de vida de los
copeyanos. El Copey merece un debate político renovado que se compadezca con
las tendencias que traen consigo los cambios sociales. Hoy presentamos a Assad
Raish Gámez como precandidato a la Alcaldía 2015: un joven con nuevas ideas,
ideas de cambio; un joven que interpreta muy bien la realidad a la que a diario
se enfrenta el municipio y que desea, con su conocimiento y experiencia
profesional, dar un golpe de opinión en las próximas elecciones.
PD 2: Claro está
que sí es posible utilizar estrategias como la donación de comida para conseguir
fines politiqueros; he aquí donde la comunidad debe estar atenta para
identificar a los artífices de estas estratagemas.